miércoles, 6 de junio de 2007

La iglesia que quiero...


Quiero una iglesia donde no solo hay estudio bíblico,

sino vidas que practican lo que aprenden...

Quiero una iglesia sin alabanza de "estilo predeterminado",

sino de adoración en espíritu y verdad...

Quiero una iglesia que no "Ore grandilocuentemente",

sino converse abiertamente con Dios...

Quiero una iglesia sin reuniones de compañerismo,

sino con un testimonio de amor unos a otros...

Quiero una iglesia que no tenga "ministerios de servicio",

sino que cada uno es un servidor de los demás...

Quiero una iglesia sin "campañas evangelísticas",

sino una que teniendo favor con todo el pueblo sea la luz del mundo...

Quiero una iglesia que no busque lo que YO QUIERO... sino que anhele ser lo que Jesucristo soñó...

"...Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha..."

Efesios 5:25...



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7 comentarios:

Anyul dijo...

¡¡¡eso!!!!
Yo también quiero ir a la iglesia que Jesús desea, la que tú y Abel Quieren!!!

Ahora la pregunta del millón: ¿dónde queda?

Juan Pablo Broin dijo...

si la encuntras, envíame una invitación amigo.

Manlio Hector dijo...

Yo también voy! ..pero la Iglesia ¡somos nosotros!..Tenemos que amarnos entre nosotros mismos para que "allá fuera" conoscan que somos sus discípulos!

J. Guy Muse dijo...

Yo tambien!!!

Alexander Ramirez dijo...

Hay que reconocer que la cultura en que vivimos nos limita a tenerlo

El Perro dijo...

Anyulled, Juan Pablo... Manlio Héctor ha dado en el clavo, la pregunta no es ¿Dónde queda? sino ¿Cómo estamos colaborando para hacerla presente?

Guy se que este es tu deseo también y por ella trabajas día a día...

Alexander gracias por visitar la guarida, es cierto que hay circunstancias que nos limitan, pero eso no impide que la busquemos.

Anónimo dijo...

Una vez un político norteamericano dijo algo que creo que tiene algo que ver con esto, y que parafraseo:
"No preguntes que puede hacer la Iglesia por tí, pregúntate que puedes hacer tú por la Iglesia".

Por otra parte, los vicios y falencias no son del todo negativos, porque nos muestran nuestra pequeñez y debilidades, y nos mantienen con la idea de que hay cosas por mejorar, y que nunca llegamos a ser perfectos. Entonces la utopía es válida para tener un objetivo hacia donde mirar y un camino hacia donde dirigirse.

Al fin de cuentas, ésa Iglesia perfecta, solo se consolidará en gloria.
Mientras tanto, disfrutemos de la que tenemos, y pensemos que podemos hacer por ella. Porque Jesús ya hizo lo suyo.

Un gran abrazo
Dany