martes, 22 de junio de 2010

65- pastor-amigo-maestro-conversador...


Éste es el apelativo que me ha dado en uno de sus 200 post Fausto Liriano (amigo, pastor y novel padre). Lo que es más, me ha hecho sentir un compromiso (que no una obligación) con Dios, con la gente que me rodea y conmigo mismo para vivir el día a día en la paz que el Señor nos ha dado.

Las palabras de Fausto me hacen pensar en nuestro lugar y/o tarea en la iglesia, cuántas veces somos víctimas o victimarios gracias a los apelativos o etiquetas que nos colocamos... ¿Por qué llamarnos "pastor" o "reverendo"?

Si el siervo no es mayor que su Señor y Él nos ha llamado amigos ¿Quiénes somos nosotros para llamar "ovejitas" (y a veces hasta "borregos") a nuestros hermanos? ¿Quiénes somos nosotros para creernos poseedores y maestros exclusivos de toda la verdad?

Cuántas metas, proyectos, visiones y misiones nos han obligado a "pastorear" con "vara" dejando de lado el "cayado"... como si fuésemos indispensable para el buen funcionamiento de la iglesia en el cumplimiento de "la gran comisión". Trabajamos por la "iglesia ideal" pero ¿Es esa la iglesia que Dios quiere?

Mi compromiso es vivir el día a día en el camino no para "mi gloria", "mi iglesia" o "mi denominación"... sino para la gloria de Dios.

Hoy más que nunca, me queda claro que es necesario que Jesucristo crezca y que yo mengüe...

180x6: Día a día en el Camino.

Licensed by Copycristian por Miguel Quintero

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