Dios nos muestra su amor día a día, a veces a través de una puesta de sol, otras en una breve brisa matutina... Y, en muchas ocasiones, Dios nos habla a través de nuestros hermanos; nos abraza tiernamente, nos da una palmadita en la espalda, nos sonríe... a través de ellos.
Me gusta pensar que cada uno de nosotros somos las manos de Dios con las cuales toca a la gente en derredor nuestro... Y, también me gusta cuando él me toca a través de otros.
Hoy recibí un pequeño regalo de parte de Dios a través de Israel y Nony, unos nuevos amigos y hermanos... un libro (bueno, en realidad son unas fotocopias de un libro de la biblioteca escolar de su ciudad) que se llama: "Un día, un perro" de Gabrielle Vincent. "Creímos que te gustaría"-dijeron-.
"Un día, un perro" es una historia en ilustraciones que muestra el abandono de un perro... hasta llegar a su encuentro con un niño... me recordó un poco a mi... y a todos nosotros, perdidos, errantes, asustados... hasta que llegamos delante del maestro.
2 comentarios:
Hola entre a tu blog por medio de el de León Quintero, y me llevé una grata sorpresa al ver a una persona como tu...
Comparto contigo cada uno de los pensamientos hacia los perros, para mi han sido parte importante en toda mi vida y lo seguiran siendo..
saludos
Héctor Cantú
UN GRAN ABRAZO EN EL AMOR DE DIOS!!
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