(Viene de la Vid XI)
Jesús dice: Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Puedes pensar que soy insistente en esta enseñanza, pero si insisto en ella es porque Jesús insiste en ella.
Llámale repetitivo, insistente, tenaz… ¡Terco, molón, machacón! Jesús repetirá esta enseñanza hasta que este grabada no en nuestra mente sino en nuestro corazón, en nuestras manos, en nuestros pies (Cómo Pablo escribe a los filipenses:A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro).
Como cristianos nunca haremos suficiente énfasis en el amor.
La ley se resume en dos mandamientos, este es el tercero, uno más: Que os améis unos a otros como yo os he amado.
El mandamiento de Jesús es a amar a nuestros hermanos como él nos ama, cuando yo le amo como a mi mismo no estoy cumpliendo con este mandamiento… debo amarle por encima de mi ¡Este es el mandamiento de Jesús!
Jesús agrega: Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
¡Ese es el mayor amor! ¡Ese es el amor con que Jesús nos amó! Y ¡Ese es el amor que el ordena que tengamos unos para con otros!
Y hay más... Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Jesús nos considera sus amigos y dio su vida por nosotros.
La amistad con Dios la relación con Dios, el propósito del ser humano se cumple en el momento en que Jesucristo da su vida por nosotros.
Amigos de Jesucristo… amigos de Dios.
"Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer."
Cuando el plan de Dios nos es revelado nuestra participación deja de ser en el “deber” y se transforma en el “colaborar” los siervos hacen sus tareas por una obligación y un salario; el amigo colabora con su amigo por amor.
Muchos se han acercado a la iglesia cuando ven el amor que los creyentes tenemos por nuestro prójimo… ¡Imagina la gente que creerá cuando vea un amor como el que Jesucristo expresó en nosotros!
Jesús dice: Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Puedes pensar que soy insistente en esta enseñanza, pero si insisto en ella es porque Jesús insiste en ella.
Llámale repetitivo, insistente, tenaz… ¡Terco, molón, machacón! Jesús repetirá esta enseñanza hasta que este grabada no en nuestra mente sino en nuestro corazón, en nuestras manos, en nuestros pies (Cómo Pablo escribe a los filipenses:A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro).
Como cristianos nunca haremos suficiente énfasis en el amor.
La ley se resume en dos mandamientos, este es el tercero, uno más: Que os améis unos a otros como yo os he amado.
El mandamiento de Jesús es a amar a nuestros hermanos como él nos ama, cuando yo le amo como a mi mismo no estoy cumpliendo con este mandamiento… debo amarle por encima de mi ¡Este es el mandamiento de Jesús!
Jesús agrega: Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
¡Ese es el mayor amor! ¡Ese es el amor con que Jesús nos amó! Y ¡Ese es el amor que el ordena que tengamos unos para con otros!
Y hay más... Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Jesús nos considera sus amigos y dio su vida por nosotros.
La amistad con Dios la relación con Dios, el propósito del ser humano se cumple en el momento en que Jesucristo da su vida por nosotros.
Amigos de Jesucristo… amigos de Dios.
"Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer."
Cuando el plan de Dios nos es revelado nuestra participación deja de ser en el “deber” y se transforma en el “colaborar” los siervos hacen sus tareas por una obligación y un salario; el amigo colabora con su amigo por amor.
Muchos se han acercado a la iglesia cuando ven el amor que los creyentes tenemos por nuestro prójimo… ¡Imagina la gente que creerá cuando vea un amor como el que Jesucristo expresó en nosotros!
Jesús dijo: "...Vosotros sois mis amigos..."
2 comentarios:
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando...
El Señor pone una condición sobre la declaración que nosotros somos sus amigos--el estar haciendo lo que él nos manda! A veces nos gusta descansar en la primera parte de esa frase, sin tomar en cuenta la segunda parte de su declaración!
¡Muy cierto Guy! Y quizá la idea no queda del todo completa en lo escrito (lo anoto ahora mismo para edición) sin embargo gracias a Dios por las palabras que siguen:
"Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer."
Lo hermoso de estas palabras es que la condición no es para seguirla como "siervos" es decir "porque tenemos que hacerlo", sino como "amigos"... por amor.
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