"Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. "
Del evangelio según Marcos
Jesús había pasado el día en la sinagoga y al llegar a casa de Pedro se encontró con la suegra de éste enferma, era día de reposo, ni Jesús debería sanar, ni la suegra de Pedro servir… y sin embargo ambos lo hicieron.
Al concluir el sábado (al ponerse el sol) muchas personas vinieron con sus enfermos e incluso con endemoniados para que el Señor les sanara, la necesidad era mucha y Jesús no tenía “horario de oficina”… lo más sorprendente son las palabras de Jesús la mañana de domingo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
¡Señor! Ayer que era día de reposo no descansaste, estuviste con la gente hasta altas horas de la noche, ¡Hoy te has levantado temprano! Y… ¡¿Quieres seguir en los lugares de alrededor?!
¿De dónde sacaba Jesús fuerzas para seguir adelante? Cualquiera hubiera dicho: Por hoy ya he hecho bastante, vamos un par de días a la playa a descansar o por lo menos vamos a tomarnos el día de hoy libre… pero no Jesús.
No quiero que me interpretes equivocadamente, el descanso es necesario. Dios mismo estableció un día de reposo y, como dice la escritura lo hizo por causa de nosotros, no porque él lo necesitara.
Jesús mismo llegó a la casa de Pedro y fue servido por la suegra de éste y reposó ahí…
Pero, Jesús hizo algo más: reposó en el Padre.
Jesús durmió un poco, pero ese descanso físico no fue nada comparable al reposo que tuvo en su comunión con el Padre... en oración.
¿De dónde sacas fuerza para seguir adelante?
¡El Padre es el verdadero reposo! ¡Jesucristo es el verdadero reposo!
¿Descansas en él?
Al concluir el sábado (al ponerse el sol) muchas personas vinieron con sus enfermos e incluso con endemoniados para que el Señor les sanara, la necesidad era mucha y Jesús no tenía “horario de oficina”… lo más sorprendente son las palabras de Jesús la mañana de domingo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
¡Señor! Ayer que era día de reposo no descansaste, estuviste con la gente hasta altas horas de la noche, ¡Hoy te has levantado temprano! Y… ¡¿Quieres seguir en los lugares de alrededor?!
¿De dónde sacaba Jesús fuerzas para seguir adelante? Cualquiera hubiera dicho: Por hoy ya he hecho bastante, vamos un par de días a la playa a descansar o por lo menos vamos a tomarnos el día de hoy libre… pero no Jesús.
No quiero que me interpretes equivocadamente, el descanso es necesario. Dios mismo estableció un día de reposo y, como dice la escritura lo hizo por causa de nosotros, no porque él lo necesitara.
Jesús mismo llegó a la casa de Pedro y fue servido por la suegra de éste y reposó ahí…
Pero, Jesús hizo algo más: reposó en el Padre.
Jesús durmió un poco, pero ese descanso físico no fue nada comparable al reposo que tuvo en su comunión con el Padre... en oración.
¿De dónde sacas fuerza para seguir adelante?
¡El Padre es el verdadero reposo! ¡Jesucristo es el verdadero reposo!
¿Descansas en él?
2 comentarios:
Muy cierto, Perro.
Como siempre, me has hecho pensar.
Es triste que aveces descansamos más en la comodidad que nos brinda el trabajo y el dinero, o descansamos en la seguridad que nos proporcionan nuestros conocimientos... descancsamos en un sin fi n de cosas y se nos olvida que "el efectivo" esta ahi siempre esperando a que vayamos a Él a descansar.
Un abrazo Perro!
Si! y es delicioso, refrescante y apapachador y me motiva a seguir adelante, a levantarme llena de paz y confianza a enfrentar a los Gigantes porque él es el que lucha por mi!
abrazo!! Ovejita.
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