Entonces vino un docente de filosofía y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, tienes que guardar algunas cosas.
El docente de filosofía le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. No beberás cerveza. No fumarás. No verás más futbol. No jugarás Play 3. No escucharás más salsa ni rock. No bailarás más en discotecas. Honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El docente de filosofía le dijo: Muchas las he guardado desde mi juventud y otras con gusto lo haré. ¿Qué más me falta?
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, cierra la cuenta en facebook y en MSN y ven y sígueme.
Oyendo el docente de filosofía esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas fotos por subir, muchos comentarios por hacer, y muchos amigos con quien chatear.
Entonces Jesús dijo a sus amigos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un facebookero en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil llamar a un jardín infantil "la espadita de Herodes", que entrar un facebookero en el reino de Dios.
Sus amigos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo, si todos tenemos cuenta? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
Y les volvió a decir Jesús: Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor ¿No publicamos textos bíblicos en tu nombre? ¿Y en tu nombre no subimos imágenes cristianas? ¿Y en tu nombre no publicamos videos de música sagrada? Y entonces les declararé: Nunca os conocí, nunca tuve una cuenta en facebook.
(Según la paráfrasis perversa del filósofo Juan Manuel Gómez)
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