"Pero esto confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que están escritas; teniendo la misma esperanza en Dios que ellos abrigan..."
He decidido dejar atrás aquella frase de “fuera de la iglesia institucional” pues a muchos de mis hermanos, familiares y amigos con los que me relaciono diariamente les causa algo de “comezón”... Les sonaba a “secta” y eso es lo que menos quiero comunicar a la gente que me rodea.
A los creyentes ( y a la gente en general) nos encantan o aterrorizan las etiquetas (tenerlas y colocarlas); creemos que cuando podemos darle una “clasificación” y/o calificación a algo o alguien somos capaces de comprenderlo completamente. Pero, como dice un postulado de la ley de Murphy: Que su médico tenga un nombre para su enfermedad, no significa que conoce como tratarla.
Y aún así seguimos con las etiquetas, nos gusta ser reconocidos, señalados y que se nos identifique siempre y cuando esa "etiqueta" sea aceptable (seguramente es por eso que nos gustan las etiquetas: Ingeniero, Licenciado, Doctor, Reverendo...).
Cuando se trata de la iglesia seguimos igual: Renovados, Carismáticos, Conservadores, Contemporáneos, Liberales, Ortodoxos, Tradicionales, Emergentes, de “sana doctrina”, herejes, apóstatas... y la lista sigue pues tradicionalmente nos hemos aglutinado en torno a prácticas y declaraciones doctrinales para conformarnos como (o con) una denominación.
Estas líneas son para todos mis hermanos y amigos que requieren de mi una “etiqueta” un nombre, un apelativo. Les amo y se (como escribió hace algunos años Rafael Perez) que vamos por el mismo camino. Solo que ahora voy (vamos) “a pata”...
Me niego a leer la etiqueta que ostentas y veo en tí solamente a mi hermano y hermana de ruta; servimos al mismo Dios, creemos en La Palabra, tenemos la misma esperanza... y te pido, respetuosamente, que dejes de adherirme esas etiquetas que según tu, te permiten comprender quien soy.
Pablo, en su defensa ante Felix.
He decidido dejar atrás aquella frase de “fuera de la iglesia institucional” pues a muchos de mis hermanos, familiares y amigos con los que me relaciono diariamente les causa algo de “comezón”... Les sonaba a “secta” y eso es lo que menos quiero comunicar a la gente que me rodea.
A los creyentes ( y a la gente en general) nos encantan o aterrorizan las etiquetas (tenerlas y colocarlas); creemos que cuando podemos darle una “clasificación” y/o calificación a algo o alguien somos capaces de comprenderlo completamente. Pero, como dice un postulado de la ley de Murphy: Que su médico tenga un nombre para su enfermedad, no significa que conoce como tratarla.
Y aún así seguimos con las etiquetas, nos gusta ser reconocidos, señalados y que se nos identifique siempre y cuando esa "etiqueta" sea aceptable (seguramente es por eso que nos gustan las etiquetas: Ingeniero, Licenciado, Doctor, Reverendo...).
Cuando se trata de la iglesia seguimos igual: Renovados, Carismáticos, Conservadores, Contemporáneos, Liberales, Ortodoxos, Tradicionales, Emergentes, de “sana doctrina”, herejes, apóstatas... y la lista sigue pues tradicionalmente nos hemos aglutinado en torno a prácticas y declaraciones doctrinales para conformarnos como (o con) una denominación.
Estas líneas son para todos mis hermanos y amigos que requieren de mi una “etiqueta” un nombre, un apelativo. Les amo y se (como escribió hace algunos años Rafael Perez) que vamos por el mismo camino. Solo que ahora voy (vamos) “a pata”...
Me niego a leer la etiqueta que ostentas y veo en tí solamente a mi hermano y hermana de ruta; servimos al mismo Dios, creemos en La Palabra, tenemos la misma esperanza... y te pido, respetuosamente, que dejes de adherirme esas etiquetas que según tu, te permiten comprender quien soy.
Sigo siendo el Perro, un perro callejero que ahora reconoce que va por el Camino.
180x6: Día a día en el Camino.
2 comentarios:
Palabras certeras, Perro, como siempre!!
:s creo que yo la única etiqueta que uso es la de "friki" jajajaja
Les mando un fuerte abrazo!! Los quiero mucho a Perruna Chocolatosa y a ti!
Akire! Etiqueta que se queda corta contigo y El Samurai (sus habilidades, capacidades, creatividad y actividad no caben en esas cinco letras) Un abrazo!
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