"Pasando Jesús de allí, vio a un hombre ... y le dijo: Sígueme. Y [éste] se levantó y le siguió..."
Del Evangelio según Mateo
Cierta ocasión escuche predicar a un amigo en su iglesia, la mayor parte del sermón no la recuerdo pero hubo una frase que me impactó... sobre todo saliendo de labios de él: “Sinceramente prefiero las ovejitas a los seguidores”... No podía creer lo que estaba escuchando; en lugar de seguir tomando los puntos de su sermón, comencé a dibujar un pequeño cartón: Una ovejita se acercaba a su pastor con Biblia bajo el brazo y vestida "de domingo" con el ánimo de imitarle, de seguirle, pero el pastor replicaba: “Sinceramente prefiero las ovejitas a los seguidores”. A mi amigo no le agradó mucho cuando se la obsequié.
Ahora, a algunos años de distancia de esa ocasión, encuentro que no hay mucha diferencia entre un seguidor y una ovejita, de hecho aunque la invitación de Jesús era “Sígueme” su deseo no era tener seguidores (ni ovejitas) sino discípulos.
Jesús durante su ministerio en la tierra era atractivo para las personas, no en apariencia puesto que el profeta Isaías nos dice: “le veremos, más sin atractivo para que le deseemos” sino en poder: su enseñanza (la gente se admiraba de su doctrina), sus milagros, su mensaje (el reino se ha acercado). No es de extrañar entonces que Jesús tenía seguidores... (su club de fans) personas que les gustaba escuchar sus historias, personas que necesitaban ser sanadas, personas que necesitaban ser liberadas, personas que necesitaban ser alimentadas, personas que necesitaban un mensaje de esperanza...
Jesús era conciente de que tenía seguidores pero el quería discípulos... así que de cuando en cuando les recordaba las condiciones de ser discípulo. La gente somos curiosos, nos atraen las multitudes, deseamos seguir algo que valga la pena... pero Jesús no quiere seguidores... quiere discípulos.
Muchos creen que el “llamamiento” es para personas especiales; los pastores, los misioneros, los diáconos, los ministros... sin embargo el llamamiento es para todos: sígueme. Otros que el “llamamiento” es una opción: podemos decidir seguirle o no podemos decidir obedecerle o no, podemos decidir servirle o no... sin embargo el llamamiento es una orden: sígueme. Muchos vivimos como si las palabras de Jesús fueran un “llamamiento” solo para disfrutar de la gracia de Dios, tener vida eterna, ir al cielo, vivir la vida abundante... sin embargo el llamamiento es a servirle: y os haré pescadores de hombres.
Ahora, a algunos años de distancia de esa ocasión, encuentro que no hay mucha diferencia entre un seguidor y una ovejita, de hecho aunque la invitación de Jesús era “Sígueme” su deseo no era tener seguidores (ni ovejitas) sino discípulos.
Jesús durante su ministerio en la tierra era atractivo para las personas, no en apariencia puesto que el profeta Isaías nos dice: “le veremos, más sin atractivo para que le deseemos” sino en poder: su enseñanza (la gente se admiraba de su doctrina), sus milagros, su mensaje (el reino se ha acercado). No es de extrañar entonces que Jesús tenía seguidores... (su club de fans) personas que les gustaba escuchar sus historias, personas que necesitaban ser sanadas, personas que necesitaban ser liberadas, personas que necesitaban ser alimentadas, personas que necesitaban un mensaje de esperanza...
Jesús era conciente de que tenía seguidores pero el quería discípulos... así que de cuando en cuando les recordaba las condiciones de ser discípulo. La gente somos curiosos, nos atraen las multitudes, deseamos seguir algo que valga la pena... pero Jesús no quiere seguidores... quiere discípulos.
Muchos creen que el “llamamiento” es para personas especiales; los pastores, los misioneros, los diáconos, los ministros... sin embargo el llamamiento es para todos: sígueme. Otros que el “llamamiento” es una opción: podemos decidir seguirle o no podemos decidir obedecerle o no, podemos decidir servirle o no... sin embargo el llamamiento es una orden: sígueme. Muchos vivimos como si las palabras de Jesús fueran un “llamamiento” solo para disfrutar de la gracia de Dios, tener vida eterna, ir al cielo, vivir la vida abundante... sin embargo el llamamiento es a servirle: y os haré pescadores de hombres.
¿Deseas ser un seguidor o un discípulo?
"Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron"
Del Evangelio de Mateo
4 comentarios:
Woof!
Que bueno tu post!
La verdad creo que estaba equivocándome de término... por que yo, por no querer ser ovejita, me llamo a mi misma seguidora... sin embargo, con lo que mencionas, es muy cierto, debo ser discípula y no quedarme nadamás como fan. ^^
Es bueno verte blogueando más seguido, Perro. Se te extraña!!
Abrazos.
Hola Akire!
¡Es bueno postear más seguido!(aunque es pronto para hablar).
Más que términos necesitamos actitudes ¿no crees? Conozco a algunos que navegan con bandera de discípulos (y hasta "ministros") y ni fan's son.
Excelente! muchas veces los discípulos nos creemos ovejas y caemos en un error fatal: es no seguir creciendo como líderes.
Que seamos discípulos no significa que nosotros mismos nos cerremos la puerta y tengamos un "grado más" que el pueblo de la iglesia, al contrario, es cuando más necesitamos estar agarrados de la mano del señor y poder seguir creciendo con él. Si vamos a ser discípulos necesitamos dar alimento espiritual a las ovejas recién nacidas, para que estas puedan crecer fuertes y sanas con Cristozucaritas de Dios! ya que nuestras fuerzas son vanas y los discípulos no se crean con nuestras palabras, si no con el poder de Dios y su Espíritu.
Bendiciones Rodolfo!
¿Así qué "Desead como niños las 'Cristozucaritas de Dios' para que por ellas crezcáis para salvación"? Ja!
Creo que se trata no solo de ser discípulos y alimentar a los pequeños, sino ser y hacer discípulos.
Pablo decía sed imitadores de mí así como yo de Cristo.
Ser y hacer:http://estaperron.blogspot.com/2009/03/ser-y-hacer-discipulos-reloaded.html
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