...con Héctor, un hermano y amigo al cual tengo poco de conocer. Nos conocimos en un grupo un tanto heterodoxo, cristianos de diversos contextos, que estamos reuniéndonos para edificarnos unos a otros mientras meditamos (y disfrutamos) la vida nueva en Cristo.
Una tarea principalmente (revisar e intercambiar puntos de vista sobre unos pasajes), fué el pretexto para juntarnos en el Kaldi Café y charlar. Compartimos no solo los puntos de la tarea, sino nuestras inquietudes, anhelos, temores y certezas.
Fué un tiempo grato y edificante, un tiempo de coincidencia y compañerismo que solo se disfruta en algunas ocasiones en las que de pronto te sorprendes entusiasmado por lo que esta pasando y exclamas: Rayos! (o recórcholis o la interjección de tu preferencia) ¡Esto es la iglesia!
PD Este momento, me hizo recordar de alguna manera otro café que bebimos hace tiempo en casa de nuestros amados amigos en Xalapalandia: El Samurai y Akire... Hasta las tres de la mañana (eso es amor)!
Una tarea principalmente (revisar e intercambiar puntos de vista sobre unos pasajes), fué el pretexto para juntarnos en el Kaldi Café y charlar. Compartimos no solo los puntos de la tarea, sino nuestras inquietudes, anhelos, temores y certezas.
Fué un tiempo grato y edificante, un tiempo de coincidencia y compañerismo que solo se disfruta en algunas ocasiones en las que de pronto te sorprendes entusiasmado por lo que esta pasando y exclamas: Rayos! (o recórcholis o la interjección de tu preferencia) ¡Esto es la iglesia!
PD Este momento, me hizo recordar de alguna manera otro café que bebimos hace tiempo en casa de nuestros amados amigos en Xalapalandia: El Samurai y Akire... Hasta las tres de la mañana (eso es amor)!
180x6: Día a día de la vida fuera de la iglesia institucional.
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