Existen un par de preguntas que son lanzadas a quemarropa por algunos creyentes que se deciden a compartir su fe: ¿A dónde iras cuando mueras? ¿Quieres ir al cielo o al infierno?
Dichas preguntas hacen parecer que el único propósito de Dios para la humanidad es una vida eterna en un lugar paradisiaco llamado “cielo” (para todos los que adquieren dicho paquete) o un lugar de tormento llamado “infierno”, para aquellos que rechazan las vacaciones eternas con Dios.
Aparentemente, todo se limita a Bienes Raices: Una mansión en el cielo para disfrutar para aquellos que trabajaron en “el Reino de Dios”, una casa modesta en la “quinta nube” para aquellos que apenas si se salvaron.
Hay tantos creyentes preocupados por dónde van a morar cuando vayan a "la otra vida "que olvidan que ahora mismo, en "esta vida" ellos mismos son moradas para Dios en el Espíritu.
Dichas preguntas hacen parecer que el único propósito de Dios para la humanidad es una vida eterna en un lugar paradisiaco llamado “cielo” (para todos los que adquieren dicho paquete) o un lugar de tormento llamado “infierno”, para aquellos que rechazan las vacaciones eternas con Dios.
Aparentemente, todo se limita a Bienes Raices: Una mansión en el cielo para disfrutar para aquellos que trabajaron en “el Reino de Dios”, una casa modesta en la “quinta nube” para aquellos que apenas si se salvaron.
Hay tantos creyentes preocupados por dónde van a morar cuando vayan a "la otra vida "que olvidan que ahora mismo, en "esta vida" ellos mismos son moradas para Dios en el Espíritu.
Por su unión con Jesucristo, ustedes también forman parte de ese edificio, donde Dios habita por medio de su Espíritu.
Pablo a los efesios.
180x6: Día a día en el Camino.
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