Si de verdad
los cristianos
creyéramos que somos un solo Cuerpo
el de Cristo Resucitado,
¡Cuántas situaciones podríamos cambiar!
Esa pequeña semilla de mostaza
reventaría la roca más dura
y trasladaríamos las montañas de la riqueza
para rellenar los barrancos de la miseria.
¡Púchica, si hasta viviríamos
como hermanos verdaderos!
Y la tierra con todos sus tesoros
sería el Pan Nuestro de cada día
y nunca más tomaríamos el nombre
de Nuestro Padre en vano.
A veces,
la posibilidad de hacer HISTORIA
el mayor de los mandamientos
se asemeja mucho a ciertas utopías.
¿Será por eso que se persigue y se mata
a los que de verdad creen
e intentan vivir su fe?
180x6: Día a día en el Camino.
2 comentarios:
Ciertamente estamos pasando por tiempos "extraños"...
Bendiciones.
Esperanza, y mas que extraños, difíciles.
Un abrazo!
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