¿Por qué a la mayoría de los pastores les cuesta tanto aceptar que alguien tiene una opinión diferente a la de ellos? ¡Todo lo contrario! Creo que los pastores aceptan perfectamente bien que la gente ( y los creyentes) puede tener una opinión completamente diferente a la de ellos.
El Problema que existe es que la mayoría de los pastores y creyentes creemos que quien piensa, habla, hace, vive (y demás) diferente a nosotros debe estar equivocado. En otras palabras solo existen dos puntos de vista: El equivocado y el nuestro.
Este asunto no es nuevo ni tiene que ver con todo nuestro denominacionalismo (de hecho las denominaciones son el resultado de), tiene que ver con una condición de nuestro corazón. Leemos en la biblia que Juan le dijo a Jesús en una ocasión: "hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía." A lo que Jesús respondió: "No se lo prohíbas, porque nadie podría maldecirme después de haber hecho un milagro usando mi nombre. Quien no está contra nosotros, realmente está con nosotros".
Sin embargo, pocos somos los que prestamos atención a las palabras de Jesucristo. Defendemos "a capa y espada" nuestro punto de vista, olvidando precisamente eso: que sólo es nuestro punto de vista, limitado a nuestra experiencia, precepción y madurez.
Olvidamos que hay algo más alto y precioso que nos une; La vida en Cristo, la vida de Cristo. Y nos ocupamos en enseñar, compartir y/o predicar no esta vida sino nuestra interpretación de como debe ser vivida.
Cuando comencemos a ser más abiertos y receptivos a nuestros hermanos en Cristo a pesar de las diferencias que tenemos (en ideas, interpretaciones y prácticas) la gente conocerá un poderoso testimonio: Conocerán que somos sus discípulos en que tenemos amor los unos con los otros.
El Problema que existe es que la mayoría de los pastores y creyentes creemos que quien piensa, habla, hace, vive (y demás) diferente a nosotros debe estar equivocado. En otras palabras solo existen dos puntos de vista: El equivocado y el nuestro.
Este asunto no es nuevo ni tiene que ver con todo nuestro denominacionalismo (de hecho las denominaciones son el resultado de), tiene que ver con una condición de nuestro corazón. Leemos en la biblia que Juan le dijo a Jesús en una ocasión: "hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía." A lo que Jesús respondió: "No se lo prohíbas, porque nadie podría maldecirme después de haber hecho un milagro usando mi nombre. Quien no está contra nosotros, realmente está con nosotros".
Sin embargo, pocos somos los que prestamos atención a las palabras de Jesucristo. Defendemos "a capa y espada" nuestro punto de vista, olvidando precisamente eso: que sólo es nuestro punto de vista, limitado a nuestra experiencia, precepción y madurez.
Olvidamos que hay algo más alto y precioso que nos une; La vida en Cristo, la vida de Cristo. Y nos ocupamos en enseñar, compartir y/o predicar no esta vida sino nuestra interpretación de como debe ser vivida.
Cuando comencemos a ser más abiertos y receptivos a nuestros hermanos en Cristo a pesar de las diferencias que tenemos (en ideas, interpretaciones y prácticas) la gente conocerá un poderoso testimonio: Conocerán que somos sus discípulos en que tenemos amor los unos con los otros.
180x6: Día a día en el Camino.
1 comentario:
EXCELENTISIMO POST!!
Ay, Perro, siempre das al clavo, usas las palabras exactas para definir muchas situaciones que pocos son capaces de ver (o mas bien, que muchos no quieren ver)
Ciertamente, deberíamos dejarnos todos de peleas y de intentar de convencer a todos de que "tenemos la razón", ¡qué manera más alejada de compartir el amor de Dios que tratando de imponer ideas!!
Me encantó tu post!
Un abrazo perruno :D
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