domingo, 8 de agosto de 2010

107- Escuchar a Dios en mis hermanos


06/08/2010

Escuchar a Dios en el silencio es precioso, y disfrutar la compañia del Padre me hace anhelar la compañía de mis hermanos, porque el amor no se estanca en una relación “con mi dios personal” sino fluye y se derrama en la relación comunitaria del “Padre Nuestro”.

Escuchar a Dios a través de mis hermanos es precioso. Cuando mi hermana tiene enseñanza y mi hermano profecía, cuando mi sobrino tiene un salmo y mi amigo palabra de reprensión, cuando platico con ellos online, leo sus blogs, muros y notas, cuando se abre un diálogo con Dios y los silencios en la oración no pesan como algo que debe ser llenado...

Escuchar a Dios en mis hermanos cuando veo sus rostros, cuando el Señor pone en nuestro corazón carga por una persona y decimos: “el Señor le trajo entre nosotros por algo”, cuando me llaman para decir que piensan en mi, cuando al leer un pasaje les recuerdo y no puedo evitar enviarles un mensaje, cuando comemos juntos (y ellos invitan!), es precioso!

Al escuchar a Dios en mis hermanos y ver el día a día de la jornada que caminamos juntos mi corazón se conmueve y doy gracias al Padre por su amor, pero también suspiro y pienso en tantos otros que como el pueblo de israel dijeron: “Habla tu con Dios y te escucharemos; pero que no nos hable Dios para que no muramos... y se mantuvieron a distancia”

180x6: Día a día en el Camino.

Licensed by Copycristian por Miguel Quintero

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