05/08/2010
“Que suerte hemos tenido de estar aquí, ...hagamos tres enramadas” dijo Pedro al Maestro. El silencio no solo se trata de escuchar la voz del Señor, también se trata de estar atento a la voz de quienes nos rodean.
Cuántas veces, distraidos por los sonidos del mundo, hemos pasado por alto la necesidad de quienes nos rodean.
Cuántas veces nos hemos perdido en la “experiencia emocional-espiritual” que se crea en nuestros momentos de “adoración y alabanza” deseando que no acabe nunca, olvidando que fuera de “nuestro corral” hay un mundo en necesidad: perdido, desnudo, hambriento, sediento, en injusticia, en pobreza...
Y nosotros, extasiados en nuestro propio ruido (que no el del mundo... ajá) nos olvidamos de la misión que Dios nos encomendó... Los afanes de las “cosas buenas” nos alejan de ocuparnos en aquello para lo que fuimos llamados.
“Que suerte hemos tenido de estar aquí, ...hagamos tres enramadas” dijo Pedro al Maestro. El silencio no solo se trata de escuchar la voz del Señor, también se trata de estar atento a la voz de quienes nos rodean.
Cuántas veces, distraidos por los sonidos del mundo, hemos pasado por alto la necesidad de quienes nos rodean.
Cuántas veces nos hemos perdido en la “experiencia emocional-espiritual” que se crea en nuestros momentos de “adoración y alabanza” deseando que no acabe nunca, olvidando que fuera de “nuestro corral” hay un mundo en necesidad: perdido, desnudo, hambriento, sediento, en injusticia, en pobreza...
Y nosotros, extasiados en nuestro propio ruido (que no el del mundo... ajá) nos olvidamos de la misión que Dios nos encomendó... Los afanes de las “cosas buenas” nos alejan de ocuparnos en aquello para lo que fuimos llamados.
“¿Cómo debe ser el ayuno que me gusta, o el día en que te humillas? ¿Se trata solo de agachar la cabeza y acostarte en costales y ceniza? ¡No! Quiero que rompas las cadenas injustas, quiebres los yugos y liberes a los oprimidos. Comparte tu pan con el hambriento, mete en tu casa a los que no tienen una, viste al que esta desnudo y no le voltees la cara a tu hermano... Entonces brillará la luz y seguramente en esto me encontrarás.”
del libro de Isaías.
180x6: Día a día en el Camino.
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