03/08/2010
"Procura que tus palabras sean dulces, porque no sabes cuando tendrás que tragártelas" Dice un proverbio antiguo.
El silencio ayuda a entender que mucho de lo que decimos no necesita salir de nuestra boca. Mentira, juicio, ofensa, burla y sarcásmo son palabras con las que tratamos cotidianamente a la gente que nos rodea... No es difícil hacerlo, lo que es más, muchas de estas palabras salen de nuestra boca automáticamente.
Esa boca en la que el Padre ha puesto cántico nuevo vierte de pronto las mismas viejas palabras de amargura. Esa boca cuyo propósito es la alabanza esta pronta para maldecir.
Para este perro desbozalado es más fácil ladrar que callar... y ese es precisamente el problema, no se trata solo de callar sino de alabar, de reconocer al Padre y señalarlo no solo con nuestra boca, sino con todo nuestro ser: Si alguno no ofende en palabra es capáz de refrenarse por completo dice la carta de Santiago.
¿Nuestro problema? De la abundancia del corazón habla la boca -dijo Jesús. Que el Señor me permita nutrirme día a día de su amor, de su gozo, de su paz y sea esto lo que sale de mi boca.
"Procura que tus palabras sean dulces, porque no sabes cuando tendrás que tragártelas" Dice un proverbio antiguo.
El silencio ayuda a entender que mucho de lo que decimos no necesita salir de nuestra boca. Mentira, juicio, ofensa, burla y sarcásmo son palabras con las que tratamos cotidianamente a la gente que nos rodea... No es difícil hacerlo, lo que es más, muchas de estas palabras salen de nuestra boca automáticamente.
Esa boca en la que el Padre ha puesto cántico nuevo vierte de pronto las mismas viejas palabras de amargura. Esa boca cuyo propósito es la alabanza esta pronta para maldecir.
Para este perro desbozalado es más fácil ladrar que callar... y ese es precisamente el problema, no se trata solo de callar sino de alabar, de reconocer al Padre y señalarlo no solo con nuestra boca, sino con todo nuestro ser: Si alguno no ofende en palabra es capáz de refrenarse por completo dice la carta de Santiago.
¿Nuestro problema? De la abundancia del corazón habla la boca -dijo Jesús. Que el Señor me permita nutrirme día a día de su amor, de su gozo, de su paz y sea esto lo que sale de mi boca.
“Quien ama la vida y desea el gozo, aparta su lengua del mal y la mentira, vive lejos de la maldad y hace el bien, busca la paz y la sigue.”
de la primera carta de Pedro
180x6: Día a día en el Camino.
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